Todos los martes, miércoles y jueves de 12:00 a 1:00 pm en la tarima del gimnasio "Gudelia Estela Castro". ¡A entrenar!
A partir de esta semana comenzaremos un espacio de entrenamientos en la Universidad Pedagógica de El Salvador. Se estudiarán bases y conceptos clave para desarrollar un taijutsu fluido.
Todos los martes, miércoles y jueves de 12:00 a 1:00 pm en la tarima del gimnasio "Gudelia Estela Castro". ¡A entrenar!
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Hace poco tiempo tuve la oportunidad de impartir un taller de expresión corporal a través del Budo Taijutsu a estudiantes de teatro. Quizá muchos tengan un enorme signo de interrogación cuando se mencionan estas dos disciplinas, sobre todo porque se comprenderían como muy separadas. Sin embargo, al hacer un análisis más detallado podemos encontrar muchas similitudes y, que desde mi perspectiva, vale la pena mencionar. Ambas son artes (marciales y escénicas) ya que se rigen por un canon estético y práctico, llevan años de estudio y perfeccionamiento y requieren una disciplina férrea. También ambas requieren un control y dominio corporal, desde los movimientos de motricidad gruesa, hasta las micro expresiones faciales. Es aquí donde quiere hacer una especial mención sobre la transmisión de sentimientos: los budoka transmitimos sentimientos en nuestra técnica dándole vida, de igual forma el actor transmite sentimiento en su interpretación de un personaje. Haciendo otro marco de comparación más amplio podemos ver la indumentaria del budoka de la Bujinkan, el cual es negro. Esto puede ser un guiño a la idea tradicional que el ninja o shinobi portaba un traje negro para no ser detectado en sus operaciones de espionaje nocturno. Se cree que esta idea proviene de los Kuroko (黒子) del teatro Kabuki, quienes visten de negro de pies a cabeza para no sobresalir en escena al hacer cambios en la utilería o ayudar al movimiento de las ropas de los actores. Hatsumi sensei no es ningún extraño a la actuación ya que se graduó de la Universidad de Meiji en arte dramático, también ha sido consultor para cine y televisión. Quizá su papel más reconocido es el de Yamaji Tetsuzan en la serie de televisión Sekai Ninja Sen Jiraiya (世界忍者戦ジライヤ). En definitiva, y habiéndolo experimentado de primera mano, lo escénico y teatral no está lejos del Budo. Citando a Ra's al Ghul de Batman Begins: "La teatralidad y el engaño son armas poderosas. Debes ser mas que un hombre en la mente de tu rival." Esto aplicado al principio del ninjutsu, y porqué no, al Budo en general.
Durante estos últimos meses he estado haciendo una revisión curricular del aprendizaje y su respectiva evaluación. Esta revisión me obligó a investigar muchísimo, no solo a nivel técnico sino también histórico y filosófico. La idea es dejar muy en claro lo que un aspirante a cinturón negro debe conocer, me basé en el Tenchijin al igual que otros elementos complementarios como diferentes armas. No fue una tarea sencilla pero los resultados han sido muy satisfactorios, no solo por la cantidad sino también por la calidad de la información recopilada. Fue en este proceso, que busca una enseñanza más sistematizada, que descubrí muchas deficiencias en mi propio entrenamiento y me retó a mantener una línea clara basa en un fundamento como el Tenchijin. Con sistematización no quiero hacer referencia a un modelo de producción en masa como lo supuso Henry Ford, mas bien me refiero a un orden lógico-orgánico-progresivo desde lo más básico y fundamental hasta lo más complejo. Algunos podrán criticar este "orden" aduciendo que Hatsumi sensei ha dicho o ha mostrado libertad, lo cual está bien pero no considero libertad el hecho de tomar una katana la primera clase y olvidarse del ukemi o del taisabaki. ¿De que sirve tener una katana entre las manos si no podemos movernos con ella?
Tomando el título de esta entrada: he aprendido dos veces ya que he retomado muchas cosas de mi entrenamiento propio y las he complementado al buscar enseñarlo a otros. Solo una parte de la tarea está hecha, la otra es entrenar en base a lo encontrado y buscar siempre la mejora continua en mi entrenamiento. 一期一会
Hablar de Hara kiri o Seppuku es hablar de la cultura samurai y del honor. Para un occidental es aberrante la idea de morir para recobrar el honor perdido, por protestar ante una decisión o simplemente no dejarse capturar por el enemigo. Pero entender este complejo ritual ayuda a comprender la férrea cultura del samurai que yace como un patrimonio cultural del Japón. Etimología¿Seppuku o hara kiri? Esta es una pregunta muy común y valedera puesto que ambos términos son correctos. Hay que recordar que el idioma Japonés se componen de cuatro tipos de escrituras: Kanji (ideogramas traídos de China), Hiragana (particular de Japón y usado para escribir ciertos sustantivos y partículas gramaticales), Katakana (para escribir palabras foráneas y ajenas al Japonés) y el Rômaji (escritura occidental como la usada en este blog). Los Kanji tienen dos tipos de lectura: el kun yomi o lectura Japonesa y el on yomi o lectura China. Hara kiri (腹切り) es la lectura kun yomi y se utiliza verbalmente en una conversación y literalmente significa cortar el vientre, mientras que Seppuku (切腹) es la lectura on yomi y se utiliza en la escritura. Otra posible explicación es que hara kiri es una forma vulgar y el seppuku es una forma cortés de hablar. CeremoniaÉste fenómeno cultural no era algo que se tomara a la ligera, como muchos elementos de la cultura japonesa era tremendamente ritualizado. Todo comenzaba por alguna falta cometida por un samurai, como perder una batalla. Esto le traía deshonor a él y a su familia, por lo que tenía que purgar dicha pena y restaurar su antiguo estatus a sus superiores, a su familia y a sí mismo. El acto en sí podía ser de iniciativa propia o por orden explícita de la parte ofendida (usualmente un shogun).
El ofensor era bañado y arreglado con vestimentas blancas, era alimentado su platillo favorito y posteriormente se le mostraba el instrumento con que haría el corte (usualmente un tantô o un wakizashi). Se despojaba de la parte superior de su vestimenta, desnudando el abdomen. En un momento de determinación el ofensor tomaba el tantô y lo introducía en el costado izquierdo del vientre cortando horizontalmente hacia la derecha. Cabe mencionar que habían variantes como el cortar reiteradas veces representnado el kanji del número tres (三) o hacer el corte denominado jûmonji llamado así porque representa el kanji del número diez (十). Éste ultimo era particularmente doloroso y era reservado para penas muy severas o cuando se trataba de una pena capital a un delincuente. En todo momento el ofensor era seguido por un acompañante con una katana desenfundada y listo para cortar su cabeza. Usualmente este acompañante era un amigo del ofensor y era bastante hábil con la katana ya que el corte requería dejar una pequeña parte de la piel del cuello para que la cabeza no rodara, lo cual era de muy mal gusto. El objetivo del acompañante era dar fin al sufrimiento del ofensor puesto que ya había demostrado su valor por restaurar su honor. Es interesante ver como un Dōjō chō (director administrativo) de un Dōjō muchas veces cae en el Kyōjitsu (falso verdadero) de creerse demasiado bien su título. ¿A qué me refiero con esto? Bueno, son instructores que entrenaron arduamente hace 20 años y ahora solo se han quedado cobrando sus glorias anteriores y viviendo de su título. Cuando alguien se presente como: "gran maestro", "el único autorizado", "presidente de _____", "pionero en ______" ten mucho cuidado ya que estás hablando con alguien que tiene un ego muy inflado (al igual que su cuerpo muchas veces). Los títulos en la Bujinkan tienen una doble función: marcarte tu pauta de entrenamiento y ser humilde al respecto. Yo lo interpreto así:
No lo sé pero si entro por primera vez a un Dōjō y el instructor viene y se presenta como: "hola soy Juan sensei y soy discípulo directo de Hatsumi sensei y único representante autorizado por la Bujinkan Japón para impartir clases en El Salvador", claro tendré una gran impresión de que estoy ante un verdadero samurai. Obviamente si luce como Chris Farley (izquierda) no tengo mucho material para creerle, sin embargo, si luce como el shihan Rob Renner (derecha) tengo más criterio para creerle. Ahora bien, la forma física no es determinante para saber si alguien maneja bien las técnicas o no, para ello hay que ir al tatami y experimentar. Si solo muestra la técnica una vez y luego pide a otros instructores seguir, lo más seguro es que esté fuera de forma, máxime si está sudando profusamente y jadeando, o no sepa la técnica a profundidad. A lo mejor si entrenó en algún momento con Hatsumi sensei y otros shihan pero si las fotos colgadas en la pared todavía son analógicas (de rollo) puedes creer que no ha estado viajando ni entrenando con ellos regularmente, esto también es válido para publicaciones en línea como páginas web o Facebook.
Si bien esto es preocupante, no solo para la Bujinkan sino que para muchas otras artes marciales, es relativamente común. Entonces para que esto no te pase a ti o que seas presa de uno de ellos, sigue algunos consejos:
Entrena bien y constantemente pero siempre acompañado de un buen instructor. A veces el entrenamiento se puede ver restringido por acciones de la vida diaria como responsabilidades académicas, laborales o familiares. Lo importante aquí es no desfallecer y mantener el zanshin (mente tranquila) para afrontar el momento con vista a futuro para decir: "次-tsugi!" (siguiente). Con esta mentalidad siempre sabremos que viene algo mas, sea bueno o no, pero estaremos preparados para afrontar dicha situación.
Estoy retomando el budō después de casi un año de inactividad. No es cosa fácil ya que lo dejé por falta de motivación ante tantos desaires que experimenté durante el 2013 y 2014.
Amigos que te traicionan, alumnos que te dan la espalda, potentes egos, caudillismo y afán de protagonismo y tantas otras cosas mas. No pretendo decir que la vida es sencilla y sin tribulaciones, no pretendo decir que los budōka no sentimos ni tenemos problemas, no digo que fallar y sentirse desanimado esté mal. El problema está en que eso te hunda y no te deje progresar. Me ha tomado un tiempo ponerme en pie y seguir adelante. Es difícil motivarte solo, es mas difícil cuando tus maestros están a 2,300 km y a 5,937 km de distancia. Pero siguiendo el dicho japonés: "七転び八起き"/ Nanakorobi yaoki, cae siete veces, levántate ocho. Lo importante no es dejarse vencer por la caída, lo importante es levantarse y seguir. No te molestes por haber caído, no te molestes por tomarte un tiempo y quedarte abajo, no está mal "lamer tus heridas"; lo importante es seguir adelante así sea cojeando y dando un paso a la vez. |
Sobre mí
DIEGO F. GONZALEZ ARGUMEDO Reciba las últimas entradas del Tendō en su correo.
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