Creo conveniente expresar que bajo ninguna óptica estoy dando a entender que los deportes son algo malo, o que los deportes marciales antes mencionados sean inferiores a las artes marciales. Nada de eso, tan solo señalo la diferencia entre una cosa y la otra.
En lo personal considero que un deporte es algo transitorio que si bien lleva disciplina y rigurosidad, también lleva su componente de competitividad y orgullo. También he conocido muchos deportistas que solo se transforman en atletas momentos antes de las competencias o cuando son entrevistados en radio o televisión. Un artista marcial, por el contrario, no deja de serlo jamás ya que con o sin uniforme de entrenamiento su espíritu permanece igual. Aunque si he conocido artistas marciales que necesitan de dos puertas para entrar a un edificio, una para ellos y la otra para su ego.
Considero que la definición de "arte marcial" y "deporte" es muy subjetiva y depende de cada persona el darle su interpretación. En mi caso personal considero que las artes marciales son un tanto más profundas puesto que no buscamos una medalla o un ranking mundial para medir nuestra habilidad o conocimiento, ya que al final la batalla es con nosotros mismos. Otro aspecto significativo es que en las artes marciales los maestros están ahí y uno puede aprender de ellos si uno tiene la disposición y la entrega para entrenarse con ellos, sin embargo, en un deporte uno tiene que estar bajo una federación que burocráticamente separa la tradición del sentimiento y del trato humano.
También está el hecho de la experiencia y la responsabilidad como senpai y kohai. En deportes marciales he visto niños de 8 9 o 10 años con cinturones negros. ¿A éstos niños les tendría que decír 'sensei'?
Redacción Satori Dôjô.