El ninjitsu salvadoreño intenta expandir sus horizontes. La Academia Salvadoreña de Ninjistu dispuso un seminario abierto con el asesor técnico Efraín Frías de Chile como el primer paso para que esta antiguo arte marcial se desarrolle dentro de nuestras fronteras.
Rodrigo Baires
El Diario de Hoy
La Academia Salvadoreña de Ninjitsu, el Salvador Bujinkan Dojo, busca llevar los antiguos secretos de los ninjas japoneses a la mayor cantidad de salvadoreños. Con ese objetivo, el fin de semana se contó con el primer seminario abierto bajo las ordenes del maestro ninja Efraín Frías de Chile, representante para Sur América del Dojo Hatusumi de japón.
30 participantes pudieron conocer la experiencia del chileno que cuenta con 12 años de práctica de la filosofía del ninjitsu Budo Taijutsu. Durante el seminario los participantes se encontraron con los principios básicos del ninjitsu.
La importancia de la meditación como elemento de convivencia con el ambiente que rodea al ninja, el combate cuerpo a cuerpo y el uso de diferentes armas fueron algunos temas tocados por el experto chileno.
De esa forma, los estudiantes se enfrascaron en combates de práctica, además de obtener nuevos elementos técnicos que deben ser utilizados con responsabilidad.
Para Frías, el conocer por completo el ninjitsu con todas sus variantes implica un nuevo estilo de vivir, donde el estudiante ponga en práctica en cada momento de su vida lo aprendido.
La filosofía ninja
"Es un arte vivo y libre, más allá de la simple competencia", explicó Frías, quien durante 30 años ha practicado diferentes deportes de contacto. "Estuve con el karate y el full contac, pero lo que buscaba no era ganar o perder una competencia. En el ninjistu encontré una nueva forma de ver la vida", explicó el suramericano.
"Este es un arte marcial poco conocido y con un pasado que asusta a muchos, pero al ser practicado con responsabilidad y sinceridad la gente puede ver que es algo positivo para nuestras sociedades", acotó el shidoshi.
A pesar de ello, durante sus 12 años de práctica, Frías ha logrado impulsar la creación de 22 dojos o escuelas en su tierra natal y cinco en Bolivia.
En la actualidad su trabajo también se verá reflejado en El Salvador, donde, junto a Luis Bernal, director de la Academia Salvadoreña, busca que ninjistu sume adeptos. "Esta es una de tantas veces que vendré a El Salvador a aportar nuevos métodos y técnicas", afirmó el chileno.
El Diario de Hoy/Redacción Satori Dôjô.