Para muchos simples simplistas es jugar, hacer desorden, jodarria y olvidarse del entrenamiento (o del sentimiento del entrenamiento). Para un complejo simplista es divertirse, aprender con la "no complicación" del juego de los niños, de preservar el sentimiento de la técnica. Podemos reir y divertirnos muchísimo pero sin olvidar que estamos entrenando, es un delicado balance que no todos pueden (podemos) mantener siempre.
Personalmente considero que es importante jugar y "olvidar" un poco la técnica, a veces nos concentramos más en como tenemos los pies, las manos, si el taisabaki es correcto, etc. y no disfrutamos de la técnica en si, pero ojo que no hay que caer en el error que lo lúdico sea el centro del entrenamiento y no el entrenamiento en si. Es como ir a una cafetería y hacer uso del Internet inalámbrico... tu café se enfría y te dedicas mejor a consultar tus correos, vídeos, tu cuenta en redes sociales, etc. Entonces ¿para qué vas a la cafetería? ¿Vas a tomar café o a usar Internet? Lo mismo es en el entrenamiento, ¿vas al dōjō a entrenar o a jugar? Recuerda no es lo mismo decir "se entrena jugando" a decir "se juega a entrenar".
Redacción Satori Dōjō.